Covid, Sanidad y el lujo de vivir en el primer mundo

 


El ser humano es increíble, siempre he pensado que las personas son, en su mayoría, buenas por naturaleza. La historia que os voy a contar hoy no trata de rebatirlo, sólo de poner en contexto la dialéctica de este mundo injusto también por naturaleza.

La primera vez que fui a Peru tenia 23 años. La experiencia fue tremendamente impactante y enriquecedora. Salí de un país europeo con todas las comodidades y llegué a un mundo que antes de pisarlo me era imposible imaginar. Gente cercana, hospitalidad infinita, comida insultantemente buena, sencillez, naturalidad pero también casas sin terminar, sin agua corriente ni caliente, sanidad precaria, servicios municipales mínimos, algunas calles sin asfaltar, autobuses del año de la polka... (muchas de estas cosas han mejorado, estoy hablando de hace 20 años).

La primera vez que me enfrenté cara a cara con uno de los problemas del Perú fue con mi sobrina, que sufría de asma, muy común en la zona de Lima. Tendría 4 o 5 años. Cada vez que le daba una crisis nos metíamos todos en un taxi (o 2) y nos íbamos a la posta médica a que la nebulizaran. Lo que costaba, no se, 20 o 30 soles (unos 6 u 8 euros) de entonces. La primera vez que lo viví recuerdo estar sentado en la sala de espera (si es que se podía llamar así) pensando, '¿y que pasa si no tienes 20/30 soles para pagar, tu hijo se muere?'. No os tengo que dar la respuesta porque probablemente la sabéis. La misma pregunta me hacía sobre el inhalador que mi sobrina tenía que tomar y que costaba 120 soles al mes, lo que en la época era más o menos un quinto del sueldo medio en Perú. Para que os hagáis una idea sería como si en España la medicina de vuestro hijo costara 300 euros al mes, suponiendo un sueldo medio de 1500 Euros. Lo peor es que no estoy exagerando lo más mínimo. 

Perú es un país de contrastes, si habláis con gente acomodada no veréis los problemas que acabo de describir, de hecho algunos os los negarán o marcarán una línea muy clara entre los dos Perús, el rico (para los ricos, el normal) y el pobre (seguramente el Perú de verdad, del 90% de la población).

Cuando íbamos a Perú era muy común que la gente nos pidiera ayuda para venir a Europa, cosa bastante comprensible. Yo siempre me preguntaba, si todo el mundo se va, más aún, si los más capacitados se van. ¿quién va a quedar aquí para sacar adelante este país tan maravilloso? Respuesta difícil porque la tarea es faraónica. 

La pandemia le ha dado dos tremendas sacudidas a Perú (como al resto del mundo), una el año pasado y otra la están viviendo ahora mismo. La del año pasado es de película de Spilberg, la gente, sin dinero para costearse tratamiento médico y sin conocimientos sobre la enfermedad, esperaba hasta el último momento para ir a urgencias y muchos morían en sus casas o incluso en las calles. La fobia a contagiarse hacía que quedaran cadáveres a la espera de que las autoridades los recogieran. Lo ves en una película y no te lo crees. 

La segunda ola ha traído una cara si cabe más trágica, la gente ya sabe que el virus afecta a los pulmones y ha aprendido a autochequearse el nivel de oxígeno, lo que la gente no se esperaba es que no hubiera oxígeno suficiente en el país. Una maniobra nefasta del gobierno de hace unos años ilegalizó el oxígeno de menos de 99% de pureza y creó, de facto, un duopolio de sólo dos empresas capaces de producir el oxígeno con esa riqueza y de abastecer al país en situación 'normal'. Muchos hospitales que tenían plantas de autoabastecimiento las tuvieron que desmantelar ya que se convirtieron en ilegales. ¿Resultado? En una pandemia como esta no hay oxígeno para todos. ¿Consecuencia? Se crea un mercado negro de bombonas de oxígeno que eleva su precio hasta en torno a los 6 mil soles (unos 1500 euros), 10 veces más de su precio real. Lo mismo que la recarga de dichas bombonas que puede llegar a los 50 soles por m3 (500 por bombona de 10 m3). Un enfermo dependiendo de la gravedad puede requerir entre 10 y 30 m3 por día. Teniendo en cuenta que el sueldo medio en Perú puede rondar los 1500 soles al mes estamos hablando de que si tienen que comprar la bombona y recargarla durante varios días su sueldo anual les daría para unas 2 semanas. La equivalencia sería que en España un tratamiento simple con oxígeno de un enfermo de Covid durante dos semanas costara 25,000 Euros de nuestro bolsillo. Como os podéis suponer la gente no suele tener ese dinero en el banco con lo que se adeuda para salvar a sus familiares (en el mejor de los casos) lo que sin duda les supondrá vivir en una situación precaria durante 5 o 10 años que puede ser el tiempo que tarden en pagar dicha deuda. De eso aún no se habla porque ahora estamos a lo urgente, a que la gente sobreviva, pero aquí hay sin duda gente que se está haciendo más rica (pocos) y gente que se está hipotecando por al menos una década (muchos) por un bien que debería ser gratuito y lo es en casi todo el mundo.
Recordad que sólo estamos hablando de oxígeno, no de respiradores. Si hablamos de respiradores eso se parece un poquito más a Europa ya que los respiradores suelen estar en las UCIs en las que, como podríamos suponer, hay muchas menos camas per capita que en cualquier país europeo y a las que sólo se accede por decisión médica (como pasa en Europa), aunque seguro que podéis suponer que también en eso hay corrupción y hay gente que consigue camas previo pago de grandes cantidades de dinero. Ese es otro de los grandes problemas del Perú, la corrupción generalizada. 

El domingo pasado mi mujer recibió un mensaje de un familiar de Perú, todos sus primos (por parte de uno de sus tíos) y su tía se habían contagiado de Covid. Nos pilló a contrapié, acostumbrados a ver gente en Reino Unido que da positivo y tras tener un poco de tos está tan normal en 15 días. El lunes por la mañana nos avisaron que su tía había fallecido y que sus primos estaban graves. En la distancia a veces es difícil evaluar el nivel de gravedad y a veces es difícil también describirlo y más aún con una enfermedad tan traicionera. Esta vez sonaba realmente grave y serio. No estábamos equivocados, la realidad que os cuento es la misma que la de cientos de enfermos covid en Perú. 4 días después recibimos las 2 fatídicas llamadas, separadas por unas horas, nuestros primos han fallecido, los 2, al no poder acceder a esas camas UCI que se han covertido en una lotería para muy pocos. Silencio cortante tras la llamada. En estas situaciones el cuerpo se te entumece, la mirada se nubla, tu cerebro se pone en standby, te bloqueas. Estas noticias, estas tragedias, son muy difíciles de asimilar en tan corto espacio de tiempo, no estamos realmente preparados para procesar la muerte, sobre todo de gente relativamente joven. Es muy parecido a un accidente de tráfico donde mueren varios miembros de una familia, de hecho ese es el único caso que veo comparable, porque el Covid tiene un elemento de azar que es muy difícil de asimilar. Si te toca, en el momento menos oportuno, en el país menos preparado, con quizá las defensas menos fuertes puede matarte en menos de 2 semanas. 

No es la primera persona cercana que conozco que muere de Covid, pero vivir esta situación tan de cerca me ha removido por dentro, sé que en España y en Reino Unido también hay gente que se queda en el camino porque no hay cama UCI, pero me cuesta mucho asimilar que para la mayoría de los habitantes de este planeta es un lujo el acceso a la sanidad más básica. No quiero abrir este post el debate de las vacunas, ya le dedicaré otro. Este post es un desahogo, el ver una tragedia tan de cerca te hace ser consciente de cuán privilegiados somos, tanto, que olvidarnos de los que no lo son es una bofetada moral que no nos podemos perdonar.

El hecho de nacer en un país desarrollado te da derechos que son increíbles en los países que no lo son. Es muy parecido a los títulos nobiliarios, naces en Europa y tienes sanidad, vacaciones, colegio, baja maternal, baja paternal, paro, ayuda a la vivienda sólo por el hecho de haber nacido ahí... naces en Perú o en Mali o en Albania o en el 70% del resto de países del mundo y tu objetivo es vivir el día a día sin enfermar. 

Y luego nos preguntamos porque la gente quiere emigrar y algunos se posicionan en el lado de 'que aquí no entren, que ya somos muchos'.

Esto, como decía al principio, no es culpa de nadie. Solucionarlo, sin embargo, es cosa de todos.

Si quieres ayudar estas son dos organizaciones que están ayudando in situ en Perú:


Comentarios

  1. Increíble, Jorge. Somos unos privilegiados, y no valoramos lo que tenemos. De 10, como siempre. Sigue escrib
    iendo. Un abrazo

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