Mi tío el poeta


La pasada Navidad, justo antes de que llegara el Covid19, me enteré de la tremenda noticia. Mi tío Domingo tenía el bicho, como lo llama él. 
Desde entonces ha sido un proceso largo y con altibajos. Tras el shock inicial, mi tío, escritor de vocación, maestro de profesión, cogió el toro por los cuernos y como pasa con esas personas que nunca dejan indiferente a nadie, nos llevó en volandas a todos, con un sentido del humor que en ocasiones rallaba el humor negro. Dicen que en España se puede bromear sobre todo y mi tío consigue demostrar eso con creces.  

Hoy, mientras escribo esto, mi tío se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Madrid. Al no poder ir a verle, lo único que nos une es un grupo de WhatsApp y desde que tuvo una complicación y le metieron en la UCI estamos casi todos mudos. Esperando un nuevo romance, un nuevo capítulo del libro en el que está contando como va a vencer al bicho, un nuevo chiste, una nueva caricatura de sí mismo con las cicatrices... Dicen que no valoras suficientemente a las personas hasta que no están, vaya sí es cierto en este caso. 

Hay personas que casi sin quererlo dan lecciones de vivir a todos los demás, hay personas que desean tanto vivir que Dios lo debería tener en cuenta a la hora de decidir, mi tío Domingo es uno de ellos, en estos 6 meses nos ha dado una cátedra de por qué merece la pena vivir, de que estamos en este mundo para hacerle la vida más amena a los demás, de que el tiempo se nos cae de entre los dedos como arena de playa, de que hay que plantarle cara a los problemas y no rendirse, de que hay que tener miedo y no avergonzarse por ello, de que hay que llorar cuando hay que llorar, pero el resto del tiempo deberíamos reírnos lo más posible...

Llevamos unos día con el corazón en un puño pero algo me dice que esto va a acabar bien, y cuando lo haga, queremos decirle todos a Domingo, nuestro tío, nuestro hermano, nuestro cuñado, nuestro amigo, nuestro tío abuelo... que estamos orgullosos de que lo seas, que lo que has hecho no lo hace cualquiera y que tus ganas de vivir nos han resucitado a todos un poco. 

Tío, no te rindas y vuelve pronto, te echamos de menos!

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